Domingo era un niño muy nervioso y atareado. Ese nerviosismo hacia que se le pusieran los pelos de puntas y en ocasiones al tocarle diera calambre,sus amigos se asustaran muchisimo. Un día su abuela le pregunto si haria el favor de acompañarla a casa para ayudarla a bajar una caja que tenía guardada en el armario, Domingo acepto. Al llegar a casa, la abuela le preguntó si se quería quedar a cenar, que le haría su plato preferido, tortilla. Mientras esperaban que se hiciera la tortilla, Domingo bajo la caja del armario, se asombro al ver que no era nada pesada, que era una pequeña caja, intento abrirla, pero su abuela le dijo que lo hiciera cuando terminara de cenar. Cuando empezarón a cenar la abuela le comento a Domingo que tenía que relajarse más y no ponerse tan nervioso. Cuando termino de cenar se despidio de su abuela, pero recordo que no abrieron la caja, por lo que lo hicieron. En su interior había un reloj de bolsillo que pertenecio a su abuelo, el cual dejo dicho que sería de su nieto cuando este aprendiera a ser amigo del tiempo, como aprendio el, ya que era como su nieto cuando fue joven, pero con el paso del tiempo fue cambiando, lo mismo que le sucedia a Domingo.
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