Esta historia trata de un niño llamado Alex, que se entera por su madre que su abuelo tiene una enfermedad que le hacía perder la cabeza. Para que esto no ocurriera Alex intento ayudar a su abuelo en todas las actividades en las que tenía dificultad y hacer aquellas que le gustaba, como cantar, escuchar música, etc... Un día a la vuelta del colegio, Alex no vio a su abuelo en casa y su madre le dijo que lo llevaron a una residencia porque se había escapado de casa y allí estaría mejor. Alex iba a visitar a su abuelo y seguian haciendo las actividades favoritas de este, pero con el paso del tiempo el abuelo ya no tenía ganas de hacer nada. Ese día fue el último que Alex vio a su abuelo, pero se quedo con sus recuerdos para el resto de su vida.
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